Tiempo para mí...


Tengo tiempo, largas veinticuatro horas que se disuelven entre el descanso y el hacer.
Y el hacer se lleva mi energía, me desgasta a diario, me asfixia cada día.


Quiero tiempo para mí…


Para mi jardín olvidado, para mis escritos que han quedado esperando el punto final. Para mis paseos al atardecer que nunca he realizado.

Y quizás mi vida pronto acabe y nunca tenga tiempo para mí. Y es que todo me pide, todos me piden…

Pues he tenido tiempo para escuchar la voz de mi padre, ahora ausente; para reír con él noche a noche en el teléfono, animándolo a seguir, aun sabiendo que no habría un después…

Luego, se vinieron las horas para mi madre, tiempo que nunca es suficiente para enjugar sus lágrimas y escuchar sus largas tristezas cada noche, animándola a seguir, pues la vida todavía le ofrece alegrías.

He tenido tiempo para el hombre de mi vida, para abrazar sus noches completas, aun a espaldas de su corazón.
He tenido tiempo para decirme que siempre hay otra oportunidad... Y para animarme a seguir aun sin saber si habrá un después…

También he tenido tiempo para mis hijos, para consolarlos cuando un amor se alejó y ayudarlos a comprender que las lágrimas son necesarias pues permiten lavar el dolor del alma…
Tiempo para impulsarlos a caminar y para sostenerlos en el camino.
Para animarlos a seguir, ahora que la vida se ofrece entera…

Tiempo para mis hermanos, para reír con ellos, para recordar viejos tiempos, para reir como entonces, cuando estábamos lejos de las preocupaciones; para consolar, para abrazar y desear tiempos mejores…

Tiempo para aquellos que siempre están a mi lado, para atender sus llamadas y recibir su calor; para devolver una frase amable que sale del corazón.

Tiempo para dedicarme a mi trabajo, donde día a día entrego mi alma...
Y siento que con ella se me va la vida cuando hago el balance del día cada noche frente al espejo…

Por eso, quiero tiempo para mí. Para buscarme, para encontrar mi alegría de siempre.
Y para recobrar mi paz interior y tener confianza en lo que vendrá…

Tiempo para cultivar las mejores rosas en el rincón predilecto de mi jardín y arrancar las malezas que ahogan la flores que intentan iluminar mis días.

Tiempo para buscar las respuestas que quedaron pendientes en el ayer.

Tiempo para escribir, que es como vaciar una cartera llena de objetos que se creían perdidos 

y que sin embargo siempre estuvieron allí. 
 Escribir, este viejo hábito que no quiero que me abandone, pues en el juego de las palabras encuentro sentido a mis sueños y esperanzas; doy forma a las ilusiones que se tejieron en mi infancia y partieron un día sin que me diera cuenta...

Tiempo para caminar alguna tarde y mirar el sol ponerse sobre el horizonte.
Tiempo para llorar sobre la tumba de mi padre, aceptando finalmente que no volverá a mi vida.

Tiempo para hacer nada y hacerlo todo y también para dejar temas pendientes pues siempre habrá cosas que podrán esperar ...

Quiero tiempo para el hombre de mi vida, tiempo para hundirme en sus ojos, para charlar hasta que amanezca, tiempo para creer que aún me ama...

Necesito que el reloj se detenga para recuperar un trozo de vida...

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