OLVIDO

"Quieto el árbol,

quieto el viento...

¡Y en silencio estupendo,

este fino llanto amargo cayendo!"

(G. Mistral)

Antes que llegue la nada

-quizás definitivamente-

y se instale en mis horas,

escribo,

presintiendo

implacable de ti,

el olvido.

Confieso

que paso las noches

deshilachando recuerdos

sin aroma

sin sabor

sin sonidos.

Extraño hábito he adquirido.

En todos

te apareces tú,

en el antes,

el durante

y el después.

Entonces

hilvano tu voz

del hilo que mis ojos dejan.

Mi boca cerrada

a los besos

no quiere nada.

A mis oídos

llegan

otras palabras:

no oyen nada.

"Esto no está bien"

me dice

algo al despertar.

Debo pronto

pronto,

olvidar.

No diré como Neruda

que este es el último dolor 

que me causas

y  este, el último poema

que te escribo.

Sólo lamento

tristezas inútiles.

Me entristecen tantos vacíos

imposibles de llenar.

No sabrás el cómo.

Hoy he  tratado de olvidar:

otro intento fallido.

Mi ciudad está nublada en estos días

hay nieve en la montaña.

Siempre es bello

mirarla desde la altura

Eso ya lo dije alguna vez,

¿Verdad?

Siempre es bello

mirar desde la altura.

Soy un ave de alto vuelo

allá arriba

quizás te pueda alcanzar.