HE DE PARTIR





















He de partir
un día que no quiero.
He de dejarlo todo
muy a pesar mío.
Y no quiero sentirme en lo mío
pues sé que he de partir.

No sé lo que dirás tú
cuando abraces mi recuerdo,
ni  lo que dirán las horas
cuando acabado el día,
noten mi ausencia.

Un día de éstos
he de irme.
Por qué no,
si soy como todos,
soy como todo
lo que acaba sin aviso.

Cerraré mis ojos
quizás sin saberlo.
O tal vez me aferraré
en un llanto inútil
a esta vida.

Mas sé bien
que el calendario
un día acabará
y otros arrancarán
las hojas por mí.

Atrás quedará mi jardín
el canelo
y el limonero,
y mis  flores,
y las  luces
y el agua
que canta y ríe.

Un día
alguien leerá
mis paredes,
y  quedará prendado
de mi silencio
y del canto
de  puertas y ventanas
y del aroma
de mis pasos ausentes.

Un día,
que no sé,
partiré.

Las llaves
colgarán
su espera infinita
detrás de la puerta.
Los colores
desteñirán
zapatos,
vestidos
y canciones.

Y mis libros
cerrados hasta siempre
o hasta que otra mano
hurgue en ellos,
callarán mis historias.

Pero no mis palabras
pero no mi voz
pero no mi alma
pero no mi corazón.

Pero no lo amado
pero no mis sueños
pero no mi canto.

Porque quedarán plasmados
en  blancas hojas
donde se vació mi alma
y mi canto roto
en versos y prosa
quizás desabrida
pero prosa
al fin mía.

Me iré
me iré
me iré.

No tengo certeza
de tus manos,
ni mirarme en tus ojos
algún día.

Pero me iré.
Es la única certeza:
¡me iré de esa vida!





Comentarios

Entradas populares