Antes de la muerte.
Cuando
regrese con mis pasos etéreos,
latirán en mis sienes las risas de antaño.
Arrastraré mi voz de playa desolada,
latirán en mis sienes las risas de antaño.
Arrastraré mi voz de playa desolada,
como viento
austral
que llora
en la noche,
su carga de estrellas, ahora tan lejana.
Cuando regresen mis pupilas fugitivas
su carga de estrellas, ahora tan lejana.
Cuando regresen mis pupilas fugitivas
buscarán en los ojos de mi madre
la respuesta que nunca tuvo nombre
y me acompañó impaciente
la respuesta que nunca tuvo nombre
y me acompañó impaciente
desde otras latitudes.
Cuando regresen mis sueños
Cuando regresen mis sueños
galopando
sobre mi vientre con olor a tierra seca,
los besos que quedaron esperando
despertarán con sabor a hierbabuena.
Cuando regrese
sobre mi vientre con olor a tierra seca,
los besos que quedaron esperando
despertarán con sabor a hierbabuena.
Cuando regrese
(Si,
cuando regrese...)
quisiera, a pesar de todo,
quisiera, a pesar de todo,
en la
historia de sus pasos enredarme
hablarle
con mis letras vagabundas,
cerrar con un beso el pasado.
cerrar con un beso el pasado.
Y como
antiguo periódico doblado,
encontrar el recuerdo de mi padre
vendiendo recetas y afectos
para la olla del triste y desolado.
encontrar el recuerdo de mi padre
vendiendo recetas y afectos
para la olla del triste y desolado.
(Me acercaría a
sus huesos de antaño
con olor a cazuela y abrazos
repartiendo su sonrisa tibia
sobre un llanto y dolor ya olvidados).
Cuando regrese,
volverán a estallar sobre mi cabeza
miles de estrellas en la noche articulada
de risas y parabienes bajo el cielo porteño
mientras las luces, como el sueño mismo
se apagan...
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