Como se recuerda lo inolvidable
A veces lo extraño.
Entonces su recuerdo aparece
en letreros ociosos
que mecen un mensaje
de ajeno colorido.
Su voz pestañea
en las luces,
al anochecer,
y en los pensamientos
desmenuzados
sobre la almohada.
Donde esté,
sabrá que lo recuerdo.
Y es como si regresara
con girasoles en las manos
y sueños en el corazón.
Pero no llega.
Pero no llegará.
Desde el pasado,
a veces
se asoma,
(¡tan lejano ahora!)
para mirarme,
sonreír
y llamarme.
Hoy lo recordaré
como lo puedo hacer:
en el árbol que es mecido por el viento,
y permanece silencioso
dejándose mecer.
En la flor callada, abierta al sol.
Y en el vuelo del pájaro
que cruza el cielo
alejándose bajo las nubes.
Las mismas
que este invierno
se apretujan en el cielo
para estallar en agua,
más tarde.
Comentarios
Publicar un comentario